Son muchas las personas que me han preguntando, ¿Cómo comenzaste?, ¿Qué te motivó?, ¿A quienes ayudas?, en fin. Pensé que había escrito la historia de cómo comenzó éste proyecto de vida en el “blog” pero no, es por esto que ahora hago un resumen de lo que ha sido la realización de uno de mis más grandes sueños.
Desde hace muchos años me he solidarizado con las personas en necesidad, acostumbro hacer resaca de todo lo que pueda y lo dono a hogares o sitios que necesiten ayuda, cada vez que hay algún desastre natural y solicitan ayuda yo recluto a toda mi familia y amistades y cooperamos.
En el 1997 nació mi hija mayor y como agradecimiento a la vida por haberme enviado una hija saludable, recogí ayuda para un hogar de hombres, recogí mucha ayuda y la llevamos personalmente, la experiencia, no fue nada agradable. Luego supimos que el hogar fue cerrado por malversación de fondos, así que bien probable la ayuda que llevamos nunca llegó a su destino (me reservo el nombre del hogar). Les confieso que esa experiencia me desilusionó un poco y por un tiempo no hice nada de éste tipo, seguí donando como de costumbre.
La necesidad de ayudar siempre la he tenido, los medios económicos no. Pensaba “¿Cómo voy ayudar sin dinero?”. En el 2008 hice un viaje a Boston y mi tía Mayra, quien trabaja para un programa de desvío en
South Boston Community Health Center, necesitaba ayuda para hacer unos corazones “Hearts of Kindness” (de ahí vino la inspiración para el nombre de mi organización), ese proyecto lo tomé como uno personal para comenzar hacer algo, ese año hice 35 corazones a mano y los envié por correo ¡Desde ese momento todo ha sido mágico!
Yo quería seguir ayudando, ¿pero a quién?, ¿dónde empiezo?, ¿cómo? Pensé en los niños, ellos son tan vulnerables, son nuestro futuro, no tienen la culpa de las decisiones que toman los adultos y son los más que sufren, así comenzó la idea de recoger material escolar y donarlo a niños que no
tienen los medios económicos para comprarlos. Comencé a comprarlos yo misma poco a poco, una cajita de crayolas, una tijera, entre otros. Un domingo en mi iglesia fueron los misioneros de la
Comunidad Misionera Villaregia, en Arecibo, Puerto Rico, hablaron de la misión que ellos realizan y una de sus iniciativas es recoger material escolar y otros artículos, empacarlos y enviarlos en un vagón para la comunidad que tienen en Perú (una muy pobre). Yo me quedé sin palabras, Dios me contestó por donde debía comenzar, y así fue. Comencé el recogido de material escolar y en junio de 2009 llevamos la ayuda (material escolar, artículos de primera necesidad e higiene personal) a la Comunidad y la satisfacción y alegría que sentí fue inmensa, el apoyo de las personas fue inmenso. Luego la
Fundación Educativa CAF supo del trabajo que realizamos y nos unimos a ellos, con ellos no solamente recojo material escolar, recogemos juguetes para Navidad y ayudamos en diferentes iniciativas.
Hasta ese momento, era yo, Marimar, haciendo todo sin nombre ni nada concreto, solo mis ganas de ayudar y muchas personas que me apoyaron desde el principio. Muchas personas me orientaron para que me registrara, pero me daba temor de no poder cumplir, luego pensar en un nombre…ahh (suspiro) eso fue difícil, quería un nombre que expresara lo que somos, consulté con una amiga y estuvimos pensando, hasta que un día dije:
Angels of Kindness, ¿por qué en inglés?, es en honor a mi tía que me inspiró, quien trabaja en el programa de los corazones y como fue mi primera iniciativa pues lo decidí así y me encanta (y eso es lo que somos,
ángeles de bondad). Todavía tenía dudas si me registraba o no (mi gran amigo me dijo: “
Marimar, tú estás haciendo un bien y es necesario, no dejes que la mala energía se interponga en tus planes”; así que el 30 de octubre de 2009 fui al Departamento de Estado de PR para orientarme, llegué, me atendieron rápido, me dijeron que completara un documento, que comprara un giro por $7.00 (el cual compré) y de repente tenía el certificado del registro de mi organización en mis manos, y yo sin palabras y con una mezcla de sentimientos le pregunté:
“¿Ya?, ¿Esto es todo?, ¿soy oficial?” Y ella me dijo:
“Sí, guarda el certificado bien porque solo se entrega en original una sola vez”.
Ahora tenía que pensar en el logo, el mismo, debía hablar por si solo sin yo tener que explicarlo.
El esposo de una gran amiga (una amiga que tengo desde antes de nacer y gracias a Dios conservo al día de hoy) me donó el arte del logo; no fue fácil, ellos viven en Texas, así que yo decía lo que quería (trataba de explicarme) y ellos allá dibujando y tratando de entenderme, finalmente el resultado fue maravilloso, más de lo que esperaba y estoy infinitamente agradecida por ese gran regalo. Así mismo me sucedió con la página de internet, un compañero de trabajo de mi hermana es quien me donó la página de internet y la trabaja de manera voluntaria, y nunca dejaré de agradecerle por su gran labor y tiempo.
La organización sin fines de lucro
Angels of Kindness ayuda a los más necesitados, yo investigo la necesidad real de cada hogar, la ayuda que se recoge se documenta tanto por foto como por un listado que es firmado una vez se entrega la ayuda y luego le damos seguimiento. Hemos crecido tanto en el número de ángeles que se nos han unido en estos tres años como en el número de personas que se han beneficiado y se van a beneficiar de nuestra ayuda. Hay mucho que hacer, muchos a quienes ayudar, nuestro lema es:
“ninguna ayuda es pequeña, poco a poco hacemos una gran diferencia”. Los niños siguen siendo nuestra prioridad pero no nos limitamos a ellos solamente, llegamos a donde nos necesiten. Nuestro objetivo principal es educar a las personas que donar no es sinónimo de dinero, se puede donar el artículo, tiempo, talento o correr la voz entre los demás, entre otras maneras, todos podemos ayudar, todos podemos ser parte de la solución.
No hay palabras suficientes para describir lo que significa éste proyecto de vida y las cosas maravillosas que ha traído con él.
GRACIAS, una palabra que se me queda muy corta para todos los que desde el principio se unieron y confiaron en mi proyecto y a los que se están uniendo poco a poco y los que han permitido que los ayudemos. A mí familia que entiende el tiempo que invierto y me apoya el 100%. Este año es uno de muchos proyectos que ya han comenzado a desarrollarse, vamos a impactar tanto las vidas del que recibe la ayuda como el que la da.
Las decisiones que tomamos tienen poder, por eso comencé sin perder más el tiempo y el resultado ha sido maravilloso.
¡Hasta la próxima!
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